lunes, 3 de junio de 2013

Disculpas

Quiero pedir disculpas por no subir nada nuevo desde hace casi dos meses, todo esto tiene su explicación, y es que mi hermano a roto una de las clavijas del ordenador por lo que no tengo ordenador en casa y no puedo escribir nada. Hay ordenadores públicos por aquí, sí, pero allí con tanta gente no me concentro porque suele haber muchos niños pequeños. No sé cuando podré arreglar el ordenador porque no tengo nada de dinero ( me vendría muy bien una ayudita jeje ).
No me gusta para nada el tener los blogs abandonados, pero no puedo hacer otra cosa hasta conseguir unos 100 euros o así. Siento mucho no poder seguir escribiendo hasta dentro de a saber :( lo siento mucho de verdad.
Muchos besos a mis seguidores y a los que me leen a menudo.

jueves, 25 de abril de 2013

Otro golpe más.

 Sentimientos Jhosep.
 Siempre he querido muchísimo a mi mujer, pero no he sabido valorarla como persona, pero de eso me doy cuenta ahora. Ahora que no queda nada, ahora que todo está perdido.
 Ella era una mujer guapísima, cariñosa, simpática, risueña ... pero hice de su vida un infierno. El porqué, no lo sé, solo he sabido tratarla así estos últimos años. Me desahogaba dándole paliza tras paliza. Todas las noches cuando llegaba a casa, lo primero que hacía era buscarla y empezar a insultarla y mirarla mal, después todo esto acababa en una paliza.
 Ahora veo lo valiente que fue mi hijo  Matt al irse de casa y no soportarme un minuto más. Ahora veo el daño que le hice a Elizabhet, esa niña tan guapa, encantadora y cariñosa ..., ahora veo en la clase de persona  en la que me convertí. Ese monstruo que hizo de sus vidas un infierno constante.
 La última vez que pegué a Megan, la dejé tirada en el suelo sin moverse, sin respirar ... la dejé inmóvil. Por unos instantes, pensé que la había matado, que ya no volvería a sentir esas caricias que me volvían loco ... no volvería a tenerla conmigo.
 La policía vino a casa y me arrestó. Mi mujer fue trasladada al hospital y mi hija fue con su hermano entre llantos. Estuve en la cárcel durante cuatro años, y al salir fui a visitar a la que había sido mi familia. Esa que no volvería a conseguir por nada y de la que ahora ni siquiera podía estar a cinco metros.
 Ahora sí eran felices, sí podían presumir de ser afortunados. Megan estaba saliendo con un hombre que no la maltrataba, que la quería y que la hizo sonreír de nuevo. Eli volvió a recuperar su peso normal y vestía de nuevo colores alegres. Matt volvió a casa y no volvió solo, sino con Paula, esa chica tan especial de la que no paraba de hablar por un instante.
 Es ahora cuando me doy cuenta del dolor que puedes causarle a una persona por descargar tu ira contra ella ...









domingo, 14 de abril de 2013

Otro golpe más.

 Sentimientos de Matt.

 Me dolía tanto ver todo lo que pasaba, que cuando tenía los 17, decidí marcharme de casa. Ir a donde fuese aunque sin rumbo fijo. Lo había dejado con mi novia, Paula, que era para mi la chica más especial del mundo entero. 
 Me dejó porque desde que veía todo lo que pasaba en mi casa, yo había cambiado mi forma de ser. Ya no era el mismo de antes, ahora me metía en peleas, se me acumulaban los partes en el instituto, y había empezado a beber y a tomar drogas. Antes no se me hubiese ocurrido, pero ahora ya no me importaba mucho, por no decir nada ... Quería borrarlo todo de mi mente, olvidar los golpes que mi madre recibía constantemente por parte de mi padre.
 Cuando dejé de ir al instituto y me escapé de casa, no sabía donde iba a vivir y decidí vagar por la estación. Cuando la gente pasaba por mi lado no podía creer que el hijo del abogado más reconocido del mundo e importante, pudiese estar tirado en una simple estación de tren.
 Muchas veces pensé en acercarme por casa y ver como estaban Eli y mi madre. Eli, era mi hermana pequeña, no me agradaba para nada que ahora apenas comiese. Era una chica muy guapa y todos los chicos iban detrás de ella, pero ahora parecía un esqueleto andante. Estaba muy seca, se le notaban todos los huesos y siempre iba vestida con colores apagados. 
 Como no podía acercarme por allí, Eli venía muchas veces a visitarme y me daba su bocadillo y algo de dinero. No me gustaba nada que no se lo comiera y me lo diese a mi, pero por otro lado se lo agradecía mucho. También solía contarme todo lo que ocurría por allí por casa, cuanto me echaba de menos y el valor que le había echado al irme de allí. 
 La última vez que eli vino a verme, fue para ir con ella al hospital. Mi madre estaba allí porque mi padre le había dado otra paliza más, pero esta había sido brutal, tanto, que mi madre estuvo a punto de morir. 
 La policía estuvo hablando con nosotros  y le contamos por todo lo que habíamos pasado años atrás. Detuvieron al hombre que había sido mi padre, y mi madre siguió ingresada hasta recuperarse del todo. 
 Yo por mi parte, volví a casa con ellas, Eliza volvió a ser poco a poco la que era antes, recibió mucha ayuda y tratamiento, ahora volvía a ser esa chica tan guapa que antes fue; cambió todo su vestuario de nuevo y los chicos volvían a buscarla como de costumbre. 
 Mi madre se recuperó del todo, empezó a salir  de nuevo con sus amigas, y encontró un hombre que la quería mucho u que a diferencia de Joshep no le pegaba. Siempre estaba contenta y nunca mas tuvo que tragarse a solas su dolor. 
 Dejé el alcohol y las drogas y volví con Paula. Ahora estoy seguro de que nunca me convertiré en alguien como aquel hombre que un día fue un gran ejemplo a seguir. Es mejor ser bueno y sencillo, simplemente como tú y solo tú eres. 
 
  

martes, 26 de marzo de 2013

Otro golpe más.

 Sentimientos Elizabhet.
 Me dolía ver que las personas creyesen que mi padre era el mejor abogado del mundo, que eso no lo pongo mucho en duda, pero lo que me olía realmente, era que creyeran que era el mejor padre y marido también. Todo un modelo a seguir. No era así. Mi madre estaba siempre encerrada en casa, él no la dejaba salir nunca y todas las noches cuando llegaba le daba una paliza para desahogarse.
 Me dolía mucho que lo pagara con ella, pero mamá me pidió que pasase lo que pasase no le dijese nada a nadie. Me costaba no hacer eso, tanto que decidí dejar de salir con mis amigos para que no se me escapase nada. Mi comportamiento cambió, lo sé porque antes me gustaba salir con gente nueva, conocer a chicos y chicas para salir con ellos, pero hubo un punto en el que pensé que cualquiera de esos chicos podría ser como mi padre y no me atrevía a correr ese riesgo.
 Cambié mi forma de vestir, para así llamar menos la atención. Me verían como a un bicho raro y pasarían de salir conmigo. Dejé de comer, porque cada vez que lo hacía vomitaba al sentirme mal por todo. Mi hermano Matt se había marchado de casa algún día pensaba hacer lo mismo, huir de esta pesadilla, pero no de ese modo. Tenía que huir, pero con mi madre, tenía que ayudarle a superar todo esto de una vez y hacer que la justicia decidiese el fin de mi padre.
 Desde el principio fue un hombre cariñoso, sencillo, trabajador y muy protector. Pero cambió por completo cuando pasaron los años, ya no era el mismo, ahora era agresivo, malhumorado y difícil de soportar.
 Sabía que cuando él o mi madre me mandaban al cuarto o a casa de una amiga, era porque tocaba una noche más de golpes y llantos. Cuando me mandaban al cuarto, siempre me aferraba a un peluche y me tapaba fuerte los oídos. Esperaba unos minutos y rompía a llorar sin consuelo alguno.
 Necesitaba el apoyo de Matt, él siempre me hacía olvidar lo que pasaba y me hacía ver que detrás de tanto sufrimiento, una nueva puerta que se nos abría.
 Siempre que salía del instituto y tenía la oportunidad de poder tardar un poco más, me pasaba por la estación y visitaba a Matt. Le daba algo de dinero y el bocadillo del recreo.
 La última vez que mi padre le puso la mano encima a mi madre, presentí por unos instantes  que ella estaba muerta y que todo su dolor había acabado por fin.
 Tan grande fue la paliza que fue televisada, una ambulancia tubo que venir a por mamá, la policía vino a por mi padre y Matt se acercó para ver si todos esos rumores eran ciertos.



sábado, 9 de marzo de 2013

Otro golpe más.


 Buenas :) vengo a empezar una nueva "historia" que también creé hace un año o dos. Espero que os guste, y bueno, algunas críticas buenas o malas, comentarios, opiniones, algo que queráis contarme. Como pone arriba en el título, se titula Otro golpe más. Es otra historia que cuenta un poco la realidad de hoy día, ya dije que no pretendo adornar la vida ni nada por el estilo. Esto no lo he vivido desde cerca, gracias a Dios ( lo digo por los curiosos ) y bueno, pues que os lo dejo por aquí. 

 Personajes : 
 - Megan ( madre ) 
 - Elizabhet ( hija ) 
 - Matt ( hijo )
 - Joshep ( padre ) 
 
 Sentimientos de Megan.
 Otro golpe más en mi cara, otro golpe más que marcará de nuevo mi rostro. No sé si podré soportarlo más, no sé si podré aguantar. Debo hacer algo, pero no soy capaz de enfrentarle, sé que es más fuerte que yo y seguramente acabaría muy mal. Ojalá alguien supiese lo que siento ... que él sintiese un poco de este dolor que siento por su culpa. 
 Tenemos unos hijos preciosos que al ver la relación que hay entre nosotros, se sienten mal y actúan de manera irresponsable. Elizabhet, nuestra hija, tiene 16 años y lo esta pasando muy mal, antes era una niña muy encantadora que se pasaba el día con sus amigas, muchos chicos venían a buscarla y vestía con colores alegres y llamativos. Ahora es muy distinta, a penas come nada, nunca sale de casa, a no se que se sienta muy agobiada, sus notas han bajado mucho respecto al nivel que tenía antes, y su forma de vestir también a cambiado bruscamente. Ya solo viste con cosas negras y apagadas. 
 Nuestro hijo de 17 años, Matt, hace días que se fue de casa y que no sé nada de él, por lo visto se a dejado el pelo largo, y según me han contado a estado vagando por la estación  de tren con una pequeña mochila colgada en la espalda. Él era un chico muy estudioso y cuando estuvo a punto de terminar el bachillerato, se marchó del instituto repentinamente y no volvió más. Tenía una novia preciosa que le quería como a nadie, pero terminó por dejándole por su cambio de actitud y su forma de ser. 
 Mi marido era abogado y un buen hombre según daba a mostrar a los ojos de las demás personas. Nadie se imaginaba su forma de ser dentro de casa, su comportamiento era muy distinto. Yo disfrutaba de un trabajo como enfermera, pero debido al horario que tenía que seguir, mi marido Joshep no quería que trabajase más y me dijo que él se encargaría de todo. Traería el dinero a casa y a cambio yo solo tenía que ocuparme  de las tareas domésticas. 
 Salía al mercado a comprar, daba paseos mientras hablaba con mi amigas y a veces quedábamos para ir al parque. Después de unos años, todo eso cambió, Joshep no me dejaba salir, decía que debía salir menos y que tenía que pasar más tiempo con mis hijos. Ellos ya eran grandes y tampoco era necesario pasar tanto tiempo con ellos, aunque de vez en cuando no era malo. 
  Ya apenas salía, me pasaba el día en casa y cuando Joshep llegaba, según su estado de humor había discusión o no, una discusión que siempre acababa a su favor. 
 Cuando estaba sola en casa, aprovechaba para descansar y para llorar y descargar toda la angustia que sentía. Era doloroso tener que aguantar todo esto y no poder contárselo a nadie. 
 Esa noche llegó algo bebido y se enfadó porque Elizabhet no se encontraba en casa. Yo sabía que esta noche llegaría así, le tocaba reunión de trabajo y como suele pasar siempre, después de cada reunión se iban a tomar algo por ahí. 
 Eli estaba en casa de una amiga, le dije que se quedase allí, que hoy íbamos a salir y que se podía quedar con su amiga para no estar sola. Aunque ella ya se conocía ese cuento, pero prefería hacer un esfuerzo para tratar de mentirse  así misma y creer que lo que yo decía era cierto. 
 Cuando entró por la puerta, me buscó en la cocina, me miró con cara de desprecio y me golpeó. Otro golpe más en mi rostro y otra noche más de sufrimiento a solas. La noche se me hizo larga y cuando él se durmió, me bajé al salón y me senté en el sofá rodeando mis piernas con los brazos. Me sentía despreciable, diminuta, sola e insegura de mi misma. 
 Echaba de menos a Matt, quería volver a verlo pero mi marido me impedía salir y a él volver a entrar en esta casa. Matt se había rebelado contra él, cosa que yo me veía incapaz de hacer. Le había dicho todo lo que pensaba, y como no quería seguir bajo su cargo. De hecho todos pensaban que él se había escapado de casa y que era la oveja negra de la familia. 
 Todos los días aguantaba sus insultos, desprecios y palizas. Pasados unos dos años, me apropinó tal paliza, que pensé que nunca volvería a contarlo. Me quedé tirada en el suelo con una gran herida en la frente y con toda la cara llena de maratones. 
 Lo último que recordaba, era estar en una habitación de hospital rodeada de enfermeras y mis dos hijos.


  

domingo, 3 de marzo de 2013

Un miedo eterno

 Capítulo 7

 Clara había encontrado mi cuerpo sin vida. Se acercó a mi dejando el miedo atrás, y se abrazó a lo que quedaba de mi. No podía parar de llorar aferrada a mi y me susurró un : " Yo también te quiero ... " Quizá las palabras mas duras que pude escuchar antes de irme del todo. Yo, mi alma en realidad, se quedó observando a Clara mientras se aferraba a aquel cuerpo que antes me había pertenecido, la toqué, acariciando su mejilla por última vez y dándole un beso después. Ella solo notó una leve brisa y tras eso se dibujó en sus labios una pequeña sonrisa.
 Clara volvió a casa con mucho pesar, y corriendo fue a avisar a Rossie de lo que había pasado, esta se pasó llorando toda la noche y varios días. Cuando me enterraron, Clara pidió que lo hiciesen cerca de nuestro paraíso. Ese había sido mi verdadero hogar y ella lo sabía muy bien. Nadie se opuso a la idea y ella estuvo viniendo todos los días a verme.
 Tal vez, si en la vida hubiera sido menos cobarde, ahora estaría con ella ... pero de una forma especial, aun sigo con la niña de mis ojos. Y el colgante siempre será nuestra unión ...




 Espero que os haya gustado la historia y también críticas buenas o malas. No a tenido un final  feliz puesto que no todo en la vida acaba bien, y no porque sea una historia debe acabar bien. A continuación os dejo una canción que encontré este año, justo un año después de escribir la historia (si estaba escrita de antes y quería mostrarla ).


 La historia no esta basada en ningún echo real, o al menos no del todo. Hay muchos casos de bullying que acaban mal, aunque otros acaben bien. Espero que esto acabe di no al bullying.







martes, 19 de febrero de 2013

Un miedo eterno

  Capítulo 6.

 A la hora la salida, todos me miraban riéndose de mi. Yo me dedicaba a caminar cabizbajo, supuse que sería por mi corte de pelo. Alguien me llamó a lo lejos y cuando alcé la mirada para ver quien era, pude ver la foto de Clara y mía en la pared del instituto, la foto que Dani me quitó, pero muchísimo más grande. Ocupaba gran parte de la pared y debajo de esta, un mensaje horrible : " Eres un perdedor y nunca la tendrás porque no eres nadie ... " Mis ojos se llenaron de lágrimas y salí corriendo de allí, no podía creer que todo esto estuviese pasando y como no, Dani me esperaba en la salida. Me humilló delante de todo el mundo e hizo que todos se riesen de mi.
 Me sentí como un don nadie, y salí de allí como alma que lleva el diablo. Fui al paraíso, entre lágrimas escribí una carta para Clara. Miré todas nuestras fotos y recuerdos entre más lágrimas aun, y recordando todos los momentos que habíamos pasado desde el primer momento en que nos conocimos. Me hice una última foto con todas las heridas de mi rostro y con ese estrafalario corte de pelo, que Dani me dejó. Colgué esta en una de las paredes y dejé la carta de Clara en una pequeña mesa de la cabaña, acompañada de una pequeña cajita de música que un día quise regalarle.
 Salí de nuestro paraíso y me dirigí al viejo cementerio. Estuvieron buscándome preocupados, bueno, en realidad solo me buscaba Rossie. Clara se había enfadado  y era una cosa muy normal, que esperaba que pasase. Rossie fue a la casa de los Willians y preguntó a Clara que si me había visto, esta le dijo que no y Rossie se marchó. Volvió a casa y me esperó toda la noche despierta. A la mañana siguiente yo aun no había regresado a casa, Rossie estaba muy preocupada y mis padres no sabían nada de mi, pero se encontraban de viaje así que se preocuparían menos aun. Pasaron un par de días y Rossie volvió a la casa de los willians para saber si Clara me había visto por el instituto, pero esta volvió a decirle que no.
 Clara empezó a preocuparse y decidió salir a buscarme, aun estaba enfadada, pero fue a darme el aviso de que Rossie estaba preocupada por mi. Llevábamos casi un año sin ir al paraíso, pero a Clara se le pasó por la cabeza que podría estar por allí. Vio la carta que le había dejado y la cogió junto con la cajita de música, sentándose sobre nuestro viejo colchón. Abrió la carta y se puso a leerla.

 Si has abierto esto, significa que ahora estoy muy lejos de aquí, es increíble como una persona puede ser tan cobarde como para no poder expresarse. Estos últimos dos años han sido sumamente especiales, porque conocí a alguien que también lo era. La niña de mis ojos, así es Clara ... te quiero, y aunque no he sido capaz de decírtelo a la cara e intentado demostrártelo, mira nuestras fotos y nuestros recuerdos, quizá así puedas entender algo. 
 Siento no haberte contado toda la verdad, pero aquí te la dejo. Cuando tu llegaste, tenía miedo de que no te fijases en mi y de que nunca me dirigieras la palabra. puedo asegurarte que me fijé en ti desde el primer momento en que te vi. Me parecías y me sigues pareciendo una princesa escapada de un cuento de hadas. Te cuento otro secreto, ¿ te acuerdas de Dani ? Sí, el que hizo lo de la foto. Él es mi mayor pesadilla en vida, a estado maltratandome e insultándome desde que tengo conocimiento. 
 Sus bochornos, sus burlas, sus golpes ... todo lo he tenido que aguantar en silencio y sí, entre semana no salía por miedo a que me vieras con la cara llena de golpes y heridas, y me tomases como a un chico débil, que en realidad lo era ... Mi mayor error sin duda alguna, es haber nacido, pero no me arrepiento de todo, ya que encontré a una chica tan encantadora que me hacía borrar mis peores días. Gracias Clara, gracias por haberme hecho tan feliz. 
                                                                                             Te quiero. Alex.

Tras leer la carta, Clara la abrazó contra su pecho con unas lágrimas. Abrió la cajita de música y en su interior había un colgante, dentro de este, había una de nuestras fotos y un grabado : Para la niña de mis ojos con todo mi cariño, Alex. No pudo evitar el llorar y tras esto salió a buscarme con cierta desesperación.
 Estuvo buscándome por la zona y al ver que no daba conmigo, decidió volver a su casa, ya que era demasiado tarde. Al pasar por el cementerio de camino a casa, algo captó su atención. Un rastro de sangre y la última foto que me saqué, que había terminado por arrancar de la pared de la cabaña. Sintió algo de miedo, pero decidió seguirlo, se agachó para recoger la foto y al levantarse vio uno de mis zapatos asomando. Se acercó con curiosidad sintiendo a la vez un nudo en la garganta por el miedo. Se escuchó un grito aterrador y tras eso, un silencio precedido de un llanto irremediable.



viernes, 8 de febrero de 2013

Un miedo eterno

 Capítulo 5 

 Tuve que mentirle y decirle que solo salía los fines de semana, que mientras tanto estaba estudiando. Se dio la vuelta, caminando cabizbaja y algo preocupada. Dijo que nos veríamos en el instituto, pero yo evitaría que eso pasase a toda costa. Quería estar con ella y contarle lo que me ocurría, pero me daba miedo por lo que pudiese pensar.
 Rossie no contaría nada, al menos por ahora y mis padres estaban en su mundo. Me sentía bastante mal, pero pensaba que si Clara supiera todo lo que me pasaba, no volvería a salir conmigo, y es más, si Dani la veía conmigo en el instituto, podría hacerle daño y eso nunca me lo perdonaría.
 Los días pasaban y nada cambiaba, entre semana evitaba a Clara y los fines de semana los pasaba enteros con ella. Paliza tras paliza aguantaba todos lo días, pero no podía hacer nada y lo único que podía hacer, no era suficiente. A Clara le resultaba muy extraño todo, pero nunca se limitaba a preguntar. Se conformaba con verme "bien". A veces miraba mis heridas y ponía un gesto de preocupación.
 El trimestre pasó y cada vez estaba más enamorado de mi princesa. Quería estar con ella, pero nunca sería lo suficiente bueno, ella era demasiado especial, una chica maravillosa y se merecía algo mejor que yo. No se fijaría jamás en un chico débil y miedoso como lo era yo y eso me dolía, y mucho.
 La niña de mis ojos, así es como le dije que la llamaría de modo cariñoso, ella se contentó mucho. Indirectamente le había dicho que la quería, pero supongo que se lo tomó como un simple mote cariñoso. Odiaba tener que ocultarlo todo, pero no era lo suficiente valiente como para decírselo. Ni para decírselo, ni para enfrentarme a Dani.
 Me mostraba muy cariñoso con Clara y de vez en cuando le regalaba algún que otro detalle. Ella siempre se contentaba y me daba las gracias, aunque yo le dijese que eso no era nada. En realidad ea una forma de demostrarle el cariño que sentía, pero ella no se daba cuenta, lo tomaba como el regalo de un amigo. Nos hacíamos fotos todos los fines de semana y las revelábamos para después ponerlas en la cabañita del paraíso. Mi pequeña casita se convertía  en un lugar lleno de recuerdos y cada vez era más acogedora.
 Cumplimos los 18 y tras haber estado dos años juntos, seguíamos siendo buenos amigos. Clara se había convertido en una princesa mucho más bonita de lo que ya lo era, su pelo castaño, sus ojos color miel y su encantadora sonrisa, eran todo lo que yo necesitaba para estar feliz. Casi todos los chicos de la clase, estaban pillados por ella y sin embargo, ella no quiso estar con ninguno de todos ellos.
 Dani seguía con sus peleas y sus abusos hacía la gente más débil que él. ¿ Yo? Su mayor diversión. No podía defenderme, ya era como una costumbre, nunca se cansaría de todo esto. Ahora hacía cosas como llenar mi taquilla de vomito y cosas repugnantes, meter mi mochila en el inodoro o raparme el pelo según se le antojaba. Seguía soportandole y aún no puedo entender el por qué.
 Otro nuevo día. Salía de casa con un gorro en la cabeza, ya que mi pelo estaba cortado al gusto de Dani. Mantenía baja la mirada y caminaba un tanto pensativo. Al caminar distraído y sin  prestar atención, tropecé con algo, más bien con alguien. Dani ... estaba esperando como cada mañana, ahora era más fuerte,  y aunque ya estaba acostumbrado, sus golpes dolían demasiado. Me quitó el gorro y una foto que llevaba de Clara y mía, un fuerte golpe en mi cara y nada más. Se marchó tras esto y no entendí muy bien el por qué de su reacción.



jueves, 31 de enero de 2013

Un miedo eterno

Capítulo 4 

 Esa noche no me dejé nada en el plato y me dormí mucho antes de lo normal, por un día supe que era el verdadero significado de la libertad y felicidad. A la mañana siguiente, Clara volvió a buscarme y Rossie entendió el por que de mi humor y mi alegría. La hizo pasar y subió a buscarme. No tardé mucho en vestirme, justo terminé cuando ella (Rossie) entraba por la puerta, bajé y cogí un zumo para tomármelo por el camino, y nos despedimos de Rossie ya que nos iríamos de nuevo al paraíso, que así es como decidimos llamar a mi escondite, que ahora era nuestro.
 Pasamos la tarde entera allí, creando un mundo en el que solo existíamos ella y yo, los demás habitantes, eran solo imaginarios o los animales del bosque. Era un poco infantil que hiciéramos eso, pero era divertido y en ese momento no nos importaba nada. Yo más bien imaginaba que Clara era una princesa y que yo debía protegerla, que acabaría siendo mía, mi princesa y que ella me querría como a nadie. No sé que imaginaba ella, pero se que lo pasaba tan bien como yo, y que también le gustaba tanto como a mi el paraíso.
 La noche era traicionera y llegaba pronto cuando lo pasábamos tan bien por allí juntos. El único inconveniente que había, era que al día siguiente era lunes, y me tocaba regresar al instituto. Quizá después de que Clara viese como era en este, no volvería a hablarme en su vida, pero le di un voto de confianza. Por la noche estuve pensando e imaginándome un mundo en el que siempre fuese fin de semana, o en el que por lo menos no hubiese matones. A la mañana siguiente, no pude ir con Clara hasta el instituto, ya que la llevarían sus padres para conocer a sus profesores y esas cosas.
 Dani volvía a esperarme en la entrada del instituto y de nuevo una paliza más añadida a la larga lista. Estuve toda la mañana evitando a Clara, para que no me dijese nada, y esta empezaba a preocuparse. A la hora de la salida, esperé a que todos se marchasen con la suerte de que Dani también lo hiciese, pero no fue así. Volvía a estar ahí, y también hoy estaba enfadado, el peleas nunca me dejaba escapar y menos aún cuando estaba así ... Y de nuevo una paliza más que me tocaba sufrir, sin haberse curado mis heridas de esta mañana, otro día mas de sufrimiento. Que cobarde, que estúpido, que poca cosa me sentía. Dolorido y débil. En la cabeza solo me rondaba una pregunta, ¿ por qué la muerte no venía ya a por mi ?




 Siempre que me sentía incapaz de seguir adelante, pedía a la muerte que me llevase, que viniese a por mi. Estaría en un mundo mejor y con menos sufrimiento. Nadie tendría que molestarse en buscarme, bueno ... en  realidad, nadie lo hacía. Rosie, ella era la única que lo sabía todo de mi. Mi "madre" y compañera, amiga y consejera ... Tal vez la culpa era mía, por no saber enfrentarme a alguien así, por no ser como los demás.
 Volví a casa lleno de nuevas y sangrantes heridas, demasiado débil y sin ganas de nada. Rosie volvía a preocuparse una vez más y mis padres volvían a estar fuera. ¿ Quién era yo ? ¿ Por qué mi vida era así ? ¿ Por qué yo el débil ? Demasiadas preguntas en el aire, y todas sin respuesta, o al menos yo no la encontraba. Un estúpido muchacho sin ganas de vivir la vida que le había tocado, sin ganas de nada, un desgraciado sin nada que ofrecer a la vida.
 Clara vino a llamarme por la tarde, pero yo no tenía ganas de que me viese así, por lo tanto Rosie le dijo que estaba enfermo y que no podría salir. Ella no era tonta, quiso saber que me pasaba y fue a la parte de atrás de la casa, que es donde daba mi ventana. Me llamó para que me asomase y aunque le dije que no quería ver a nadie, ella insistió y al final tuve que salir a dar la cara.


jueves, 24 de enero de 2013

Un miedo eterno

Capítulo 3

 Estaba contento porque había escuchado que la familia de la casa de alado vendría al día siguiente. A pesar del dolor esa noche dormí muy bien, y no tuve que levantarme por culpa de ninguna pesadilla; supongo que ya me había echo a la idea de que la verdadera pesadilla es la que vivía día a día. Al despertarme pude ver que el sol brillaba lo suficiente como para que fuese un día totalmente perfecto. Era sábado y eso terminaba de completar el día perfecto. Hoy no vería a Dani y sus matones, y por otro lado, con un poco de suerte conocería a mi nueva vecina.
 Cogí algo de ropa limpia y me quité el pijama. Entré al baño y me lavé la cara, con agua fría para despertarme. Una vez terminé bajé a la cocina para desayunar algo. Rosie estaba preparando un pastel, algo raro porque que yo recordara no había nada especial hoy.
 - Buenos días - dije con una gran sonrisa.
 - Buenos días Alex - Me devolvió la sonrisa, sin dejar de cocinar.
 - ¿ Para quién es ese pastel tan rico ? - pregunté mientras observaba su elaboración.
 - Para los nuevos vecinos. ¿ Vendrás a darles la bienvenida conmigo Alex ?
 - Por supuesto - sonreí muy emocionado - Puedo ayudarte si quieres también.
 - Solo falta ponerle el chocolate cuando salga del horno.
 Terminé de ayudar a Rosie y fuimos a darle la bienvenida a los nuevos inquilinos. La casa era asombrosamente grande por dentro, no debió de ser muy barata que digamos, seguro que por eso nadie la había comprado antes. Conocí a los padres de la chica, ya que esta se encontraba con sus primos o algo así. La familia Willians, así se llamaban los propietarios, era una familia bastante acogedora y simpática.
 La chica se llamaba Clara, su madre nos enseñó algunas fotos suyas de cuando era pequeña. Era bastante mona, y mis ganas de conocerla aumentaban por momentos.
 Por la tarde, cuando Rosie se había marchado a visitar a unos familiares, y yo me encontraba solo en casa, alguien llamó a la puerta. Era la señora Willians acompañada por una encantadora chica.
 - Hola Alex
 - Buenas tardes señora Willians - respondí educadamente.
 - ¿ Están tus padres muchacho ?
 - Lo siento, pero aún andan en el trabajo.
 - Bueno, en ese caso me pasaré más tarde - sonrió ampliamente. Y justo cuando estaba a punto de marcharse, me miró y añadió. - Esta es Clara, mi hija, de la que te hablé esta mañana.
 La chico mostró una bonita sonrisa, a pesar de estar sonrojada y me dio dos besos. Me sentí como el chico más afortunado del mundo en ese momento. Sonreí mientras le daba dos besos también.
 - Encantado Clara.
 - Lo mismo digo - sonrió leve y miró a su madre.
 - Puedes quedarte si quieres y charlar un rato para conoceros mejor.
 La chica aceptó y se quedó conmigo. no sabía que hacer o que cosa divertida enseñarle, así que la llevé a mi escondite. A Clara le gustó mucho, y le hice prometer que no hablaría de él a nadie. Parecía que estaba soñando, un día entero sin preocupaciones y con la chica más bonita que había visto en mi vida.
 Era genial tener esta sensación, pero la noche pronto llegó y tuvimos que regresar a casa. Acompañé a Clara a su casa y pedí disculpas a sus padres por la hora, a lo que ellos respondieron que no importaba si lo habíamos pasado bien. Me fui a casa bastante contento, y por mi cara de felicidad, Rossie pudo intuir que hoy había sido uno de los mejores días de mi vida.




martes, 15 de enero de 2013

Un miedo eterno

Capítulo 2 

 Conseguí dormirme un rato y despejarme. Entrar en un mundo en el que todo me sale bien, en el que no tengo que temer por nada ni nadie. Un mundo en el que yo soy libre y nadie puede decir o hacer que sea lo contrario ... Pero por desgracia este mundo esta creado por mis sueños y no por la realidad como yo quisiera. Algo me despertó y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Me asomé a la ventana y vi un par de camiones de mudanza. Por fin alguien decidía mudarse a la casa de alado. 
 Solo me alcanzó la vista para ver que muchos de los muebles del primer camión eran de una habitación de chica. Eran de un color rosado, por eso llegué a esa pequeña conclusión. 
 No solía salir, solo lo hacía cuando quería estar a solas. Iba a un lugar que estaba cerca de casa. Había que cruzar un viejo cementerio, pasar por lo que parecía una caravana abandonada y llena de chatarra, y cruzar un pequeño riachuelo que pasaba más atrás. tras cruzar el río, penetrabas en un inmenso bosque, al que nadie solía entrar. Los árboles eran muy altos, la hierva crecía en abundancia y lo único que se escuchaba era el sonido de los pájaros y demás pequeños animales del bosque. No había ningún sendero, salvo el que yo hice de pasar día tras día el año en que me mudé. 




 Para pasar el río había un viejo y escurridizo puente de madera. Pasado el río estaba el pequeño sendero que hice de pasar una y otra vez, y tras un rato caminando, llegabas a una pequeña cabaña  (si se le podía llamar así ) , que me dediqué a construir en los días de verano. 
 Este era el único sitio donde estaba seguro hasta ahora. Allí si que podía estar tranquilo y no temer por nada. Ni siquiera Rosie sabía donde iba cuando salía de casa. Pero ... mejor así ¿ no ?. Nadie podría molestarme, ni se preocuparía en buscarme, ni nada por el estilo. 
 Volví a casa muy tarde, sabía que mis padres llegarían tarde y yo estaría de sobra en casa antes que ellos. Los camiones de la mudanza ya se habían ido, y por ahora no se veía luz ni nada. Aún me preguntaba como sería esa chica que vendría nueva. Si sería de mi edad, si sería guapa, si llegaría a ser mi mejor amiga ... Demasiadas tonterías tenía en la cabeza, seguro que ni siquiera me miraría por un instante, ni aunque fuese por confusión. 
 Me asomé un poco por la ventana para echar un pequeño vistazo. La casa estaba muy bien decorada, y eso que solo habían pasado unas horas y los propietarios no habían estado por allí. Terminada seguro estaría genial. 
Al entrar en casa, Rosie esperaba preocupada mi llegada. Mis padres aun no habían llegado, pero ya faltaba poco para que lo hiciesen. Subí a ducharme y ponerme el pijama, mientras Rosie preparaba la cena. Bajé y Ros me preguntó que dónde había estado hasta tan tarde, y le respondí - En un lugar en el que me siento libre - terminé la frase con una sonrisa y ella asintió sonriéndome. 
 Rosie no sabía donde había estado, pero lo único que le importó, es que yo estaba sonriente y muy despreocupado esa noche.  Pensó que con un poco de suerte cenaría algo y podría dormir sin dificultad. Algo de razón si que tenía, esta noche me sentía muy bien y no era por nada en especial, o ¿ si ?. Bueno la verdad es que tenía ganas de conocer a la chica de la casa de alado, que con un poco de suerte sería amiga mía. 
 Mis padres llegaron, nos sentamos a cenar y ellos ni siquiera se dieron cuenta de los moratones de mi cara. ¿ Para qué mirar a su hijo a la cara ? ... Siempre he pensado que ellos nunca me han querido y que yo solo soy otro "objeto" más de esta casa. La que me cuidaba, mimaba y daba de comer, entre otras muchas cosas, era Rosie. Ella si que era buena y me quería. 
 Después de cenar, me fui a la cama. No quería estar con mis padres, después de todo ellos nunca estaban y ya me había acostumbrado a estar solo con Rosie. Ella subió a darme las buenas noches y a curarme de nuevo las heridas. Estaba tan agradecido, que no sabía como decírselo. Le mostré una pequeña sonrisa y ella se sintió muy satisfecha, creo que incluso más que si le hubiese dicho "gracias".

sábado, 5 de enero de 2013

Un miedo eterno.

 Hola, quisiera advertir de que la historia puede ser algo dura en algunos puntos de esta. Seguro habrá personas que hayan pasado por esto, que se sientan identificadas. Yo no es que me sienta muy identificada, pero lo mío e pasado. No pretendo adornar la vida con historias con finales felices y sin sufrimiento alguno, la vida no es así. Dicho esto, espero vuestras críticas ya sean buenas o malas.

Capítulo 1

 Es duro poder hablar y tener que callar. ¿ Por qué? Por un miedo eterno. 
 Se que no soy lo suficiente duro, ni tengo el valor como para enfrentarlos. Ellos son más y mucho más fuertes que yo. 
 Todos los días se repite la misma historia ... Presiento que un día no podré soportarlo más y por miedo a la soledad y a mis problemas, acabaré por cometer alguna locura. Nadie se acerca a mi, por el temor de que lo vean conmigo. Todo el que habla conmigo sufre, no tanto como yo pero si lo suficiente como para no aguantarlo. Yo también haría lo mismo e incluso me cambiaría por otra persona. 
 Todas las mañanas camino al instituto llegan mis pesadillas. Día tras día llegan sin falta. No hay un solo día que falten o desaparezcan. Mi pregunta es ¿ por qué yo el elegido ? No lo sé, pero me gustaría que no fuese así ... 
 Otra vez en el mismo lugar, en la esquina de la entrada del instituto, donde día tras día vuelven a la misma hora. Como me gustaría que un día, al menos solo uno, pudiese ser libre y no verles la cara. Ojalá el tiempo se parase y solo yo fuese el que pudiera disfrutar de todo. 
 Como cada día a las 07:30 de la mañana, ellos esperan hasta que llego para entrar al instituto. Empiezan los insultos y los desprecios, otra vez me toca llorar en silencio y tragarme yo solo el dolor. En clase siempre temiendo a que llegue la hora de la salida, porque es justo en ese momento cuando el sufrimiento empieza de verdad. Salgo de clase y me persiguen hasta un callejón, me golpean una y otra vez, me insultan y me escupen en la cara. Otra vez me hacen sentir como un ser despreciable , algo que no tiene derecho a vivir y que todos los días tiene que pagar por ello. 
 Esta vez el "peleas" , Dani, venía cabreado porque alguien se había creído superior a él. Claro que pasó algo que ya me suponía, lo pagó conmigo. Descargó toda su rabia e ira contra mi. 
 Cuando llegué a casa, tenía la cara amoratada, el labio inferior reventado y un ojo bastante hinchado. No había nadie. Siempre solía estar solo, mis padres se pasaban el día fuera por su trabajo y Rosie, la criada, e la que siempre cuidaba de mi. 
 Cuando Rosie me vio, fue corriendo a la puerta, se llevó la mano a la boca y seguidamente me abrazó fuertemente contra ella. No pude evitar el romper a llorar y al igual que yo, ella lo hizo conmigo, escuchándose así el llanto de dos personas unido en un silencio. Era como mi segunda madre, o primera si por mi fuese. Siempre había cuidado de mi y era la única que sabía realmente todo lo que me pasaba. 
 Curó mis heridas y me puso algo de comer, aun sabiendo de sobra que no probaría bocado alguno.  Miraba el plato e intentaba comer algo y no hacerle el feo a Rosie, pero ella me comprendía y no se lo tomaba a mal; su preocupación no era otra que todo lo que yo tenía que aguantar por culpa del peleas y su pandilla de matones. 
 Me subí a mi habitación y me senté en la cama,cerca de la ventana, mirando por esta y pensando una vez mas en lo bonito que sería salir a la calle sin miedo, hablar con las personas sin que tengan que huir de mi, bueno, de ellos.